Por José De Gouveia para Ionizado
Ionizado, siente con mucho dolor lo ocurrido en Japón, fenómeno natural que trajo lastimosamente muchas pérdidas humanas y serias consecuencias a sus pobladores.
Japón es una de las potencias más avanzadas en el desarrollo de tecnologías, sin embargo somos tan pequeños ante el poder de la naturaleza. Me disculpan la melancolía me consternó estos sucesos uno detrás de otro: terremotos, tsunami, muertes, derrame nuclear, incendios en las plantas químicas y refinerías entre otros.
Si bien hay mucho de que hablar muy poco es lo que se puede hacer ante el poder de la naturaleza, sin embargo Japón demostró experiencia y anticipación ante este tipo de eventos (avisos tempranos de terremotos) y aunque no se puede evitar muchas de las muertes se notó la capacidad de resistir los embates naturales en las edificaciones residenciales, centros comerciales, producción de energía eléctrica, etc., que pudo haber empeorado la situación. Claro está todas estas catástrofes juntas no es cosa fácil.
Lo que remató a este conjunto de sucesos naturales precisamente fue la misma mano del hombre. Con el calentamiento global, la sed de energía, buscamos desarrollar fuentes energéticas económicas y sustentables, desarrollo de nuevos combustibles "ecológicos", construcción de plantas nucleares (tecnológicamente un gran avance desde mi punto de vista) más sin embargo vimos como plantas químicas y refinerías ardían como consecuencia del movimiento telúrico, aunado a esto la explosión de la planta nuclear Fukushima Nº1, de este último es de lo que quiero hablar.
En reflexión me puse a indagar un poco la realidad detrás de estas plantas nucleares, que si bien es un avance tecnológico el cual "soluciona" la disminución de la quema de combustible fósil, capaz de proporcionar energía prácticamente ilimitada y muchos "beneficios" más, me dejó varias preguntas abiertas ¿qué tan seguro es para el ser humano?, ¿será que el hombre aprendió de Chernobyl?, ¿estamos los países en subdesarrollo capaz de administrar una planta de estas magnitudes?
Leyendo y leyendo conseguí dos artículos (de hecho muy interesantes), uno defiende a la energía nuclear a tal punto que describe de una manera sencilla que pasó en Chernobyl y porque no debería pasar de nuevo en las plantas actuales y el otro artículo las consecuencias de mantener una planta nuclear espero que sea de su interés:
El primer artículo titula: (textualmente)
La Fábrica de Plutonio de Chernobyl
Hace unos días pasó por este blog un comentaristamostrando su rechazo a la energía nuclear nombrando una vez más el fantasma de Chernobyl. Tal y como le respondí, la verdad es que no puedo culparle si cree que ése es un motivo válido para oponerse a la energía nuclear. La desinformación y la mala fe sobre este asunto campan a sus anchas por los medios y la generalidad de la gente no tiene por qué saber de todo. Si el reputado ecolojeta y (eso dicen) catedrático de Física, habitual colaborador del diario “El Mundo”, Ruiz de Elvira puede decir algo como que “El funcionamiento de una central nuclear es el de una bomba atómica controlada. Si se despistan los controladores, la central estalla como una de ellas”, no es de extrañar que la gente normal nos considere una mezcla de imbéciles e irresponsables a los defensores del aprovechamiento racional del recurso atómico.
Vamos a contar en primer lugar algunas cosillas que ignoran los grandes medios pero que ya se han señalado en modestas tribunas como ésta acerca de los riesgos reales de explosión de una central nuclear y finalizaré con una explicación menos conocida (adelantada en el título) acerca de cómo y por qué la central de Chernobyl era una central totalmente distinta a las occidentales.
En primer lugar, la desgraciada frase del pertinaz ecolojeta arriba citada es radicalmente FALSA. Aunque fallen todos los sistemas de seguridad y aunque los operadores se confabulen para causar esa supuesta explosión atómica, es físicamente imposible que ésta ocurra. Una central nuclear jamás ha sufrido ni sufrirá una explosión nuclear (la de Chernobyl fue una explosión convencional que liberó material radiactivo, no una explosión nuclear). La concentración del isótopo fisionable del uranio (U235) en un elemento combustible de una central nuclear ronda el 3% (menos en algunos tipos). La concentración necesaria mínima para una bomba atómica rondaría el 94%. Aclaremos que el paso de ese 3% al 94% no ocurre por arte de magia por mucho que se despisten los controladores (¿para que querrían entonces tanta centrifugadora los iraníes?).
Según indicábamos, la explosión producida en esa central fue una explosión convencional fruto de una operación no mala, sino nefasta y criminal. El escape de radiación fue producto del arrastre al exterior de elementos del núcleo del reactor como consecuencia de tal explosión. Además, dicho escape fue posible dada la inexistencia en dicha central del edificio de contención que poseen todas las plantas españolas (y occidentales).
Y todavía hay más: Por mal que se opere una central del tipo de las existentes en España, no es que la explosión quede contenida (que quedaría) es que tal explosión no puede ocurrir.
El motivo es que los reactores españoles son por sus propias condiciones de diseño, autoestables. ¿Esto que quiere decir? Pues que el coeficiente de reactividad del reactor (cantidad de fisiones nucleares por unidad de tiempo) disminuye al aumentar la temperatura. Por el contrario, en los reactores RBMK (como el de Chernobyl) al aumentar la temperatura, aumenta la reactividad.
Si en un reactor occidental aumenta la temperatura, disminuyen las fisiones y con ello la liberación de calor, por tanto la temperatura tiende a bajar. En un RBMK, si aumenta la temperatura, aumentan las fisiones, aumenta pues el calor liberado y la cosa se desmanda. Para evitarlo, estos reactores (RBMK) necesitan de unos controles precisos para, mediante la inserción de barras de control que frenan la reacción, mantener el reactor en condiciones estables.
Esto no quiere decir que las centrales occidentales sean 100% a prueba de fallos. Aunque disminuya la reactividad, si la refrigeración del núcleo cae por debajo de unos mínimos, el reactor puede sufrir la fusión de algunos elementos quedando irreparablemente dañado. Pero sin explosiones ni salida al exterior de materiales peligrosos.
Podríamos explicar algo más sobre los motivos de la autoestabilidad, con unos mínimos fundamentos de física nuclear al alcance sin duda de los inteligentes lectores de este blog (no tanto según parece de los catedráticos de física ecolojetas), pero en atención a la brevedad, lo dejaremos para mejor ocasión.
Alguno pensará: “joder con los rusos, que sean ratas y se ahorren la contención vale, ya sabemos que a los regímenes comunistas la vida de sus proletarios súbditos les importaba un carajo, pero…¿que les costaba copiar el diseño ese autoestable del que habla el pesado de Ijon?”.
Bueno, pues aquí es donde queríamos llegar: Resulta que los rusos tienen montones de reactores autoestables, pero es que los de Chernobyl (RBMK) son un tipo de reactor especial moderado por grafito. La gran capacidad de moderación del grafito rompe la operación autoestable, peroooo…. Favorece la producción de Plutonio 239 (destinado a armas atómicas) en grandes cantidades.
Estos reactores no se diseñaron para generar electricidad, lo cual es secundario, sino para producir grandes cantidades de Plutonio militar. Fábricas de Plutonio, en suma, sin garantías de seguridad para la población.
Origen del artículo:
El segundo artículo titula:
Quienes defienden la energía nuclear afirman que es una fuente de energía limpia y por lo tanto “ecológica”. Es cierto que las usinas nucleares emiten menos gases con efecto invernadero, pero generan las basuras más peligrosas que produce el hombre; los residuos nucleares. No solo son radiactivos, sino que persisten por siglos, y su producción no tiene nada de ecológica. Estos residuos son dañinos para la salud humana, para la fauna y la flora, contaminan suelos y agua y persisten por mucho tiempo.
Esos residuos son uno de los talones de Aquiles de esa fuente de energía. Es indispensable analizar con seriedad como se manejan esos residuos, cuanto cuesta esa tarea y cuáles son sus implicancias. En muchos países de América Latina (entre ellos URUGUAY) a duras penas pueden con la basura doméstica, es evidente que las dudas respecto a la capacidad para controlar los residuos radiactivos son razonables.
Cualquier gestión respecto a la basura nuclear requiere altos niveles de seguridad, en muchos casos debe ser militarizada por el peligro del uso terrorista, y es, por sobre todas las cosas, muy costoso.
¿Dónde se ubican los basureros?
Otro aspecto complejo es la ubicación de estos basureros... A modo de ejemplo, URUGUAY, país que tiene prohibido en la constitución la energía nuclear, está volviendo a considerar la posibilidad de rever dicha decisión. Resulta llamativo que, en la actualidad, este país tiene un fuerte conflicto en relación la instalación de un mega-basurero para el área metropolitana (a las afueras de Montevideo y dentro del Departamento de Canelones). Si la gente resiste este basurero, seguramente también rechazará todavía más enérgicamente un cementerio nuclear.
Estados Unidos planea construir en el estado de Nevada un basurero nuclear a un costo de 60 mil millones de dólares.... si! Leíste bien! . Imagínate cuanto puede costarle a un país latinoamericano un basurero para sus residuos nucleares.
¿Son seguros los reactores nucleares?
Basta con recordad la tragedia de Chernobyl para entender los peligros; pero además de este brutal accidente, actualmente, el funcionamiento de muchos reactores demuestra que enfrentan fallas y fugas de manera regular, en especial por pérdidas de agua y vapor contaminados.
El terremoto que golpeó Japón el pasado 16 de Julio, provocó daños en la central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa, la generadora nuclear de electricidad más grande del mundo.
Se suponía que esta planta japonesa era a prueba de terremotos hasta de mediana escala, que estaba construida en una zona que no era sísmica, que tenía las mejores tecnologías de seguridad, y que por lo tanto era inocua. En otras palabras, era tan segura como tener una imprenta o una tornería a la vuelta de la esquina.
"Japón , con 55 plantas nucleares, ofrece muchos ejemplos. En 2003, se debieron cerrar 17 usinas nucleares al descubrirse que la empresa que las operaba falsificaba los reportes de seguridad e inspección, mientras que en marzo de 2007, los dueños de otra central nuclear debieron admitir que había ocultado información sobre un accidente nuclear en 1999."
Sin embargo, el terremoto de Julio alcanzó una intensidad mayor a la que podía soportar su estructura. Además, luego del accidente, se descubrió que la usina había sido edificada encima de una falla en la corteza terrestre, que hasta ese momento era desconocida y para colmo se descubrió también que muchos mecanismos de seguridad no funcionaron, desencadenando así varios problemas, incluyendo pérdida de material radioactivo hacia el aire y el agua.
Incidentes en las tierras de la rigurosidad Alemana
Te ofrecemos la lista de las centrales nucleares en Alemania, sus fechas de inauguración y el número de incidentes y accidentes conocidos para cada una de ellas. El promedio aproximado es de 20 incidentes por año.
Nombre de la usina | Puesta en Marcha | Incidentes y Accidentes |
Brunsbuttel | 1976 | 74 |
Unterweser | 1978 | 35 |
Emsland | 1988 | 33 |
BiblisA | 1974 | 60 |
BiblisB | 1976 | 61 |
Philippsburg 1 | 1979 | 42 |
Philippsburg 2 | 1984 | 26 |
Neckarwestheim 1 | 1976 | 27 |
Neckarwestheim 2 | 1989 | 18 |
Brokdorf | 1986 | 42 |
Kruemmel | 1983 | 56 |
Grhonde | 1984 | 38 |
Grafenrheinfeld | 1982 | 27 |
Isar 1 | 1977 | 31 |
Isar 2 | 1988 | 13 |
Gundremmingen B | 1984 | 33 |
Gundremmingen C | 1984 | 28 |
* Datos basados en un reporte de Spiegel, 23 de Julio |
Seis mentiras y seis verdades sobre el sueño nuclear...
Decide tú cuales de los argumentos son verdaderos o falsos:
La energía nuclear es una energía muy sucia. Su combustible y sus residuos están entre las basuras más peligrosas que genera el hombre: son radioactivas, y tienen efectos de alta peligrosidad sobre el ser humano, la fauna y flora, y contaminan los suelos, aire y agua.
2) Las centrales nucleares generan pocos gases que impactan en el clima global.
Las centrales nucleares emiten menos gases, pero generan basura radioactiva que persiste por siglos. No existe tecnología para una disposición final que brinde seguridad por siglos.
Las centrales nucleares son muy caras, ya que se deben sumar los costos de seguridad, los elevados costos de manejo de la basura nuclear, y los costos de los accidentes.
4) Hay nuevas tecnologías que brindan total seguridad a las centrales nucleares.
Persisten regularmente los accidentes en las centrales nucleares, aunque se logra evitar que pasen a una mayor escala.
5) Hay nuevos “reactores del pueblo”.
Las inversiones en energía nuclear son de tal envergadura que siempre están en manos de gobiernos o grandes corporaciones, y nunca en manos del “pueblo”. El sector es tan peligroso, que siempre está rodeado de medidas de una seguridad militarizada. Los accidentes son ocultados y minimizados por las corporaciones y los gobiernos. Los ciudadanos quedan indefensos.
6) La energía nuclear nos brindará independencia energética
La energía nuclear nos obligará a comprar combustible en el exterior, a comprar la tecnología de las centrales, el país estará sujeto a monitoreos y evaluaciones de las agencias de seguridad internacionales. Asimismo, deberán comprar espacio o tecnología para la basura de los reactores.
* Artículo elaborado por Eduardo Gudynas. Investigador en CLAES (Centro Latino Americano de Ecología Social). Versión modificada y adaptada para Somosamigosdelatierra
Origen del artículo: http://www.somosamigosdelatierra.org/06_contaminacion/ener_nuclear/ener_nuclear_01.html
Según CNN, ya hay personas contaminadas por la explosión de la planta nuclear
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