Los viejos cohetes (y no solo espaciles) son lanzados todos con la misma y vieja tecnología, lo cual es peligroso, caro y poco eficiente. En el caso de los cohetes espaciales, ha llegado el momento del cambio, y el láser nos dará una mano.
La idea es darle energía a un cohete que esté en pleno vuelo mediante el uso de láseres que están en tierra. Si bien estos últimos no podrían darle poder suficiente, lo calentarían, y el cohete aprovecharía ese calor mediante un propulsor. Un termocambiador ubicado en la parte de afuera recibiría el láser y los transferiría al motor, donde sería usado para convertir hidrógeno líquido frío en hidrógeno gaseoso caliente, el cual sería liberado por un tubo de escape y ¡boom! Ya tenemos el nuevo cohete.
La compañía detrás de todo esto se llama LaserMotive y ya han probado que es posible usar rayos láser para dotar de energía a dispositivos a distancia, o calor como en este caso.
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