Boeing patenta un sistema para minimizar las turbulencias


  

Boeing cree haber dado con una herramienta para minimizar uno de los factores que más contribuyen al miedo a volar: la turbulencia. La semana pasada el fabricante de aviones patentó un sistema de cámaras digitales que toma fotos desde la cabina del avión al horizonte para detectar CAT (clear air turbulence), el término que describe la turbulencia más común en la aviación (la que se produce en cielos despejados normalmente entre los 7.000 y 12.000 metros de altura).

Las fotos tomadas a toda velocidad por la cámara se introducen en un ordenador que analiza las diferencias entre cada imagen para determinar si ha habido cambios de temperatura y densidad del aire, causas determinantes de la turbulencia. Esto permitirá a los pilotos prevenir con tiempo y evitar las zonas más movidas. Lo que no queda claro en la patente es cómo funcionará durante la noche.
Las turbulencias y el miedo a volar
El capitán acaba de informar a los pasajeros que el avión se encuentra a 10.000 metros de altura y que queda poco menos de una hora para llegar a su destino. Te sientas tranquilamente en tu butaca ojeando una revista cuando de repente el aparato empieza a moverse de forma brusca y violenta. Los motores rugen mientras tu bebida se dirige peligrosamente hacia el abismo. Pequeñas gotas de sudor se forman en tu frente durante los 3 minutos que dura la experiencia. Acabas de pasar por una zona de turbulencia.

A pesar de la incomodidad, rara vez es causa de accidentes graves si llevas el cinturon puesto. Los expertos en el tema muchas veces lo comparan a pasar por una carretera con baches para quitar hierro al asunto. El problema es que todavía resulta muy complicado saber si estás entrando en una zona de riesgo cuando los cielos están despejados a diferencia de una tormenta que es facilmente visible por radar.

En la actualidad, la comunicación entre la torre de control y los pilotos es una de las formas más utilizadas para saber si hay turbulencia a la vista. Esto permite a los controladores aéreos informar a los aviones que posteriormente pasen por esa ruta para que puedan estar preparados y pidan a los pasajeros que se abrochen los cinturones. Pero lo que no evita, a diferencia del sistema de Boeing, es prevenir turbulencias inesperadas.

Modelos de aviones más recientes como el Airbus A380 y el Boieng 787 han sido diseñados para reducir la turbulencia durante la ascensión de la aeronave utilizando una serie de sensores que actúan para compensar los movimientos bruscos.
Visto en: New Scientist

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