Esta semana Boeing tiene planificado comenzar a probar su nuevo avión el Phantom Ray, un jet de combate controlado y volado a control remoto.
Hemos sido testigos de avances en aviones de espionaje a control remoto, inclusive utilizados como lanzamisiles desde miles de kilómetros de distancia y sin la necesidad de estar piloteados, pero el Phantom Ray es más que eso. Es un avión caza de combate, lo que significa que no solo está hecho para disparar balas y misiles en el aire, sino que a su vez está construido para pelear contra otros aviones.
Con un tamaño similar al de un avión de combate tradicional, vuela a una velocidad de 0.85 Mach y tiene una autonomía de vuelo de hasta 2500 kilómetros de distancia. Cuenta con dos bahías de carga interna que pueden almacenar hasta 680 kilos de bombas.
Aunque su velocidad no es gran cosa, gracias a que no es piloteado por un humano puede hacer piruetas y giros imposibles de replicar por un humano sin que se desmaye.
Inicialmente Boeing comercializará estos aviones con una capacidad de control remoto, mientras fabrica nuevos aviones que sean completamente autónomos. Un potencial que ya es casi real según Boeing.
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