El incidente protagonizado hace una semana por un A380 de la compañía australiana Qantas afectará las entregas previstas del avión comercial más grande del mundo por parte del constructor aeronáutico europeo Airbus, que redoblará su prudencia en el calendario de su futuro A350.
Qantas inmovilizó en tierra sus A380 después de que uno de sus seis A380 debiera efectuar un aterrizaje de emergencia en Singapur, el 4 de noviembre, debido a un grave fallo en el motor, fabricado por el británico Rolls-Royce.Este episodio (...) tendrá un impacto en las entregas, en particular en 2011", debido a las inspecciones necesarias y al reemplazo recomendado de sus motores, indicó este viernes el presidente de Airbus, Thomas Enders. El responsable del constructor europeo de este aparato, que puede llevar a hasta 850 pasajeros en vuelo charter y 550 en versión estándar y tiene una autonomía de vuelo de 15.200 kilómetros sin escalas, no pudo precisar qué entregas podrían verse demoradas.
El grupo británico Rolls-Royce indicó este viernes que la avería del motor Trent 900 fue causada por un "elemento específico" que está siendo reemplazado en los A380 de las compañías aéreas Qantas, Singapore Airlines y Lufthansa, en colaboración con Airbus, principal filial del constructor europeo EADS.
Después de Qantas, Singapore Airlines anunció que también inmovilizará sus A380 y "por precaución cambiará los motores" del superavión comercial que Airbus empezó a vender hace tres años.
Otras compañías aéreas como Air France o Emirates, el mayor comprador del superjumbo, equiparon sus A380 con reactores GP 7200, del constructor Engine Alliance, formado por General Electric, Pratt y Whitney y Safran, y por lo tanto, el desperfecto en el motor no los concierne.
Claro que el anuncio de Airbus cae en un mal momento, pues el constructor aeronáutico estaba superando importantes problemas de industrialización de su avión comercial gigante. En ese contexto, esperaba entregar 22 aparatos en 2010 contra solamente diez en 2009.
A ello se suma el peso que el A380 -junto al avión militar A400M- tuvieron en las cuentas de Airbus en 2009.
Airbus, que no ha registrado ninguna anulación, sigue confiado en que el mayor avión comercial del mundo, equipado de cuatro reactores, seguirá siendo atractivo para las compañías y para los pasajeros. "La reputación del aparato se mantendrá y mejorará en los próximos años", indicó Enders, que como ejemplo citó el reciente pedido de la compañía japonesa Skymark Airlines, que le encargó seis A380 -dos de ellas opciones de compra-, que suponen la entrada del superavión en Japón, hasta ahora bastión del constructor estadounidense Boeing.
Otro asunto de preocupación para Airbus es el calendario cada vez más ajustado de su futuro A350, un avión fabricado con materiales compuestos destinado a competir con el Boeing 777 y con el nuevo 787 'Dreamliner'. El desarrollo del A350 "sigue siendo difícil", reconoce Airbus, cuyo objetivo es ahora ponerlo en servicio en el segundo semestre de 2013.
Hasta ahora, Airbus preveía efectuar las entregas a mitad de 2013. "Somos más prudentes" con el A350, reconoció Hans Peter Ring, director financiero de EADS.
Boeing, por su lado, reconoce problemas reiterados con su 787. El constructor estadounidense interrumpió sus vuelos de prueba después de un incidente que obligó a uno de sus aparatos a efectuar un aterrizaje de emergencia.
No obstante, no todo es sombrío para EADS: este viernes revisó al alza sus perspectivas para 2010, mientras se confirma la recuperación del mercado aeronático comercial. Para 2010, Airbus debería registrar hasta 500 pedidos de aviones -frente a más de 400 previstos hasta ahora, y "las entregas deberían ser superiores a 500" aparatos, una cifra inédita.
EADS también revisó al alza la perspectiva de su resultado operativo, que debería alcanzar "un mínimo de 1.100 millones de euros" (1.370 millones de dólares), contra 1.000 millones previstos hasta ahora.
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