Científicos descubren la activación de las partes del cerebro

Los investigadores se dan cuenta de que existe una gran relación entre los pecados y la supervivencia
La lujuria responde a la necesidad de procrearnos, la gratificación al comer a la escasez de alimentos en la prehistoria, la pereza se justifica en el ahorro de energía, la envidia nos motiva a superarnos, la soberbia refuerza nuestro autoestima, la ira nos ayuda a conseguir nuestros objetivos, mientras que la avaricia parece ser un proceso mucho más complejo

Lo anterior parecería señalar que la naturaleza nos quiere malos, no obstante, parece ser que este tipo de impulsos están en nuestros cerebros para procurar que sobrevivamos y no que pequemos exactamente, pues de la misma manera el humano se encuentra naturalmente equipado con la capacidad de razonamiento.



Científicos de la universidad Northwestern de Illinois, en Estados Unidos, revelan tras realizar diversos estudios con películas pornográficas que las partes del cerebro que se activan al recibir este tipo de estimulo responden a la parte encargada de la supervivencia. Dado que la reproducción es una de las funciones básicas del hombre por naturaleza, por lo que la misma encuentra a través de la lujuria una forma de motivarla.

De acuerdo con información de BBC Mundo, científicos de la misma universidad estadounidense señalan que la gula funciona de manera similar a la lujuria, pues el hecho de encontrar placer en ingerir alimentos, básico para sobrevivir, nos motiva a continuar haciéndolo. El problema se presenta cuando ya no hay un control sobre este impulso.

La pereza se relaciona con el panorama de escasez de alimentos en la que se desarrolló el ser humano, la cual exigía que se hiciera cierta reserva de energía para cuando esta fuera necesaria, por lo que la naturaleza nos motiva a descansar, tal vez más de la cuenta.

Mientras tanto, investigadores del Instituto Nacional de Ciencias Radiológicas de Japón realizaron experimentos en los que sometían a individuos a la lectura de perfiles de personas con los mismos objetivos que los sujetos de estudio, la diferencia era que las personas de los perfiles tenían más éxito. Los científicos encontraron que la envidia no era un pecado placentero, mas si útil para estimular la superación.

Científicos de la Montclair State University revelaron que sentimientos como la soberbia, son motores claves parecidos a la envidia que ayudan a los individuos a superarse. Aunque la soberbia se basa en un proceso de reforzamiento del autoestima.

En Australia en la Universidad de New South Wales en Australia se llevaron a cabo estudios que demostraron que la ira de manera indirecta nos ayuda moderar nuestro comportamiento pues se contrapone a aquellos sentimientos que nos motivan a guardar silencio respecto a los que nos molesta.

En cambio, Adam Safron de la Northwestern University señala que la avaricia, a diferencia de los demás pecados capitales no responde a instintos de sobrevivencia, sino que responde a una mezcla de nuestros instintos básicos y la parte racional de nuestro cerebro.

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