La nave de Boeing: CST-100

El pasado febrero nos enteramos del contrato de 18 millones de dólares que otorgó la NASA a Boeing para desarrollar un vehículo tripulado dentro del programa CCDev (Commercial Crew Development Program). Esta nave era conocida como Orion Lite, pues al fin y al cabo tendría un diseño muy parecido al de la semidifunta Orión, aunque más pequeño. Recordemos que en su momento Boeing compitió -y perdió- con Lockheed-Martin por el contrato de la Orión con una propuesta que recuerda vagamente a este vehículo.

Finalmente, Boeing ha decidido denominar a su cápsula tripulada CST-100. Estará formada por una cápsula con capacidad para siete (!) personas y un pequeño módulo de servicio sin paneles solares. La cápsula tendrá una forma muy similar a la Orión, pero con un diámetro menor al de ésta -aunque superior al del módulo de mando (CM) del Apolo- es decir, tendrá entre 3,9 y 5,3 metros. Aún no se ha decidido con qué cohete debe ser lanzada al espacio, así que deberá ser diseñada para ser compatible con el Falcon 9, el Delta IV y el Atlas V, algo un tanto complicado. También se desconoce la capacidad de permanencia en el espacio, un dato fundamental si aspira a sustituir a las Soyuz rusas, que pueden estar acopladas a la ISS durante seis meses. De todas formas, este no es un requisito esencial, pues la Casa Blanca ha permitido continuar con el desarrollo de una versión la nave Orión que sirva como vehículo de emergencia.

Bigelow ha decidido participar con Boeing en el desarrollo de esta nave, por lo que, de entrada, la NASA no sería el único cliente del vehículo. El primer lanzamiento de la CST-100 debería tener lugar en 2016.

 
  

La CST-100 de Boeing (Boeing/Space.com).

Por otro lado, la CST-100 no será la única nave tripulada privada que se desarrollará en los próximos años. Sus principales rivales son las naves Dragon y Cygnus de SpaceX y Orbital, respectivamente. Aunque se trate de naves no tripuladas, ambas compañías ya han declarado su intención de crear una versión tripulada en el futuro. Por ahora, SpaceX ya ha recibido 278 millones de dólares de la NASA, mientras que Orbital se ha tenido que conformar con 170 millones. Puesto que la nave Dragon no tripulada ya incluye una cápsula, parece que la propuesta de SpaceX está más avanzada que la de Orbital, pero habrá que esperar a ver cómo se desarrollan los vuelos de prueba.

Por último, no debemos olvidar a Sierra Nevada Corporation, que también ha recibido un contrato de la NASA por 20 millones de dólares para financiar el mini transbordador Dream Chaser, que deberá ser lanzado por un Atlas V.

¿Veremos algún día a la Orión y a la CST-100 acopladas al mismo tiempo a la ISS?

 

La Dragon de SpaceX volará en el Falcon 9 (NASA).

 

Orbital apuesta por la Cygnus y su cohete Taurus II (NASA).


Otro participante en la carrera por las naves "privadas", el Dream Chaser. ¿Tiene alguna posibilidad? (NASA).

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