Google refrigera servidores con agua de mar


Con el paso de los años y el aumento en el poder de procesamiento de los ordenadores de escritorio hemos llegado a conocer muy bien las consecuencias de una refrigeración deficiente. Un simple cuelgue del sistema operativo es en realidad el mejor escenario, mientras que en el peor pueden surgir pérdidas tanto de hardware como de información muy importantes. Ya hemos hecho nuestra serie de recomendaciones para mantener al ordenador libre de polvo y bien refrigerado, pero hay ocasiones en las que la demanda térmica está por encima de lo que puede ofrecer cualquier combo de soplador y disipador. Allí es en donde entra la refrigeración líquida, buscada sin cesar por entusiastas y profesionales del overclocking, pero invocada también por las grandes empresas, que deben mantener centros de datos enteros funcionando sin interrupción, al mismo tiempo que vigilan de cerca la integridad del hardware.

Vea detrás del salto el video "Google's Hamina Data Center".


En el año 2009, Google adquirió una vieja papelera construida en los años ‘50 que se encuentra en Hamina, un municipio ubicado en el sur de Finlandia. La papelera había establecido túneles para transportar agua salada con el objetivo de proveer refrigeración a su maquinaria, y ahora el gigante de Mountain View busca aplicar un método similar en el centro de datos que ha instalado allí. El sistema toma agua de mardirectamente del Golfo de Finlandia, es bombeada por el túnel original que utilizaba la papelera, y es enviada a intercambiadores de calor de contacto directo para disipar la carga térmica de los servidores. El agua “caliente” es enviada a un “centro de templado”, donde es mezclada con agua de mar adicional, reduciendo su temperatura. El objetivo es que el agua saliente tenga una temperatura lo más cercana posible a la del agua entrante, minimizando así el impacto ambiental del proceso.

En Google afirman que el circuito de refrigeración no tiene ninguna clase de “aditivo”, y que opera de forma natural solamente con agua de mar. En el diseño se han tenido en cuenta múltiples factores como el filtrado del agua (ya que existen impurezas) y la siempre presente corrosión. El sistema de refrigeración debe ser limpiado sin ser desactivado, algo que de por sí parece una contradicción. En Google también reconocen la importancia de la envergadura del centro de datos y la ubicación geográfica. Si el centro hubiese sido más pequeño, implementar este sistema podría haber resultado demasiado caro, mientras que encontrar una papelera con parte de la infraestructura necesaria en un lugar cercano al mar y con clima frío, es algo fuera de lo común. El centro de datos aún se encuentra en fase de pruebas (estaría listo para el otoño), pero anticipan que su eficiencia energética (el llamado “valor PUE”), estará en un valor entre 1.1 y 1.2, siendo 1 el valor ideal.

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